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Ansiedad

Durante los últimos 150 años el consumo de azúcar se ha incrementado a más de 65 kilos al año, más de 10 veces lo que la gente solía consumir. En la actualidad algunas personas increíblemente consumen alrededor de 130 kilos de azúcar al año. Imagínate, eso es prácticamente un plato hondo lleno de azúcar todos los días, ¡Esto es increíble!

La diabetes no es genética, si no que se basa en lo que la gente se encuentra consumiendo.

Hace más de 100 años, sólo tres de cada 100,000 habitantes tenía diabetes. Hoy en día aproximadamente un 20% de la población adulta padece de esta enfermedad.

¿Qué es lo que ha cambiado?

Lo que ha cambiado es el consumo de azúcar, harinas refinadas, cereales, productos light, jarabes de alta fructuosa, por mencionar algunos.

Las enfermedades más comunes y de mayor riesgo e índice de mortalidad se encuentran directamente relacionadas con el consumo de azúcar.
 

El azúcar refinada no es algo que ocurra naturalmente en el ambiente, por lo tanto, no es algo que el cuerpo humano haya sido diseñado para aceptar y tolerar pues su índice glucémico es demasiado alto.

Para obtener ese tipo de combustible, la naturaleza ha puesto a nuestro alcance alimentos con fibra la cual ayuda a este proceso, como frutas y verduras, las cuales contiene fibra en la cáscara, también cereales integrales, nueces y semillas.

Estos alimentos deben de consumirse en la forma que la Madre Naturaleza nos los da, es decir integrales (íntegros), que no se les haya alterado sus propiedades.

Una de las razones por las cuales las personas diabéticas ansían alimentos dulces y salados es debido a que el cuerpo se encuentra viviendo en un estado de deficiencias de minerales extremas.

Por ejemplo: cuando tenemos una deficiencia de magnesio, el cuerpo generalmente tiene a ansiedad por consumir chocolate debido a que el cacao es el alimento más rico en magnesio de todo el mundo.

Si ansías alimentos salados, como las papitas fritas o algunas nueces saladas, entonces es muy probable que tu cuerpo se encuentre deficiente de otros minerales como el calcio, zinc y fósforo.

 

El azúcar refinado no sólo es la famosa azúcar blanca que vemos en los supermercados, sino que también se encuentra en harinas, refrescos y bebidas deportivas, jugos, cereales empaquetados, panadería en general, lácteos en general, embutidos, aderezos y mayonesas, pastas, alimentos para bebé, tortillas y otros.

Los refrescos, jugos procesados y bebidas deportivas son formas concentradas de azúcar. Simplemente un refresco posee alrededor de 200 calorías en forma de azúcar al igual que los jugos de frutas procesados, la mayoría de estos realmente no contienen la fruta que dicen tener.

Los cereales empaquetados, son cereales de harinas refinadas, los cuales se han incorporado como desayuno en gran parte de la población. Esta decisión de darles como desayuno a nuestros niños un plato de cereal con leche, resulta ser una verdadera bomba para el organismo.

Como conclusión evaluemos que no sólo el azúcar que le agregamos al café o a los postres produce altos índices de insulina en nuestro cuerpo, también todos los demás alimentos que compramos empaquetados.

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